En Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil, tenemos la oportunidad de acceder, gracias a nuestros clientes, a mentes de todas las edades. Es decir, podemos asomarnos a ver la vida desde los inocentes y puros ojos de un pequeñín de 6 años, y a la hora siguiente, podemos observar el mundo con toda la experiencia acumulada de una mujer de 66.
Lo cierto es que hay periodos más sensibles. Sobre los 9 años; ahí comienzan las primeras reflexiones de la vida. Los niños preguntan sobre la muerte, sobre el sexo, el sentido de la vida, etc. La adolescencia se convierte en una fase de profundización en la introspección. Nuevamente surgen todo tipo de reflexiones sobre la vida. Muchas de ellas se orientan hacía la decisión sobre qué caminos tomar en la edad adulta.
«Podemos asomarnos a ver la vida desde los inocentes y puros ojos de un pequeñín de 6 años y a la hora siguiente, podemos observar el mundo con toda la experiencia acumulada de una mujer de 66»
Durante la edad adulta, entendida ésta como aquella que comienza con la etapa laboral y finaliza en la jubilación hay muchas variantes. Pero parece común que entorno a los 30 años y tras superar los 50, se dan fases de mayor intensidad en estas reflexiones sobre la vida. El contenido suele ir dirigido a la forma en que queremos construir una vida conjugando lo laboral con lo familiar. En la fase más tardía, el contenido versa sobre cómo nos reinventamos cuando la mayor parte de nuestra carrera laboral ya ha culminado y las obligaciones familiares han desaparecido o disminuido mucho.
«En la edad adulta tardía, las reflexiones nos llevan a reinventarnos»
En el último tercio de vida, se dan también estas reflexiones sobre la vida, pero más encaminadas a hacer una revisión de lo vivido, y plantear cómo queremos vivir lo que nos quede.
Las reflexiones de vida forman parte del ser humano. Nos resultan incómodas porque plantean preguntas difíciles de responder, hasta el punto de que en muchas ocasiones no tienen ni tan si quiera una respuesta “correcta”, si no más bien, una elección que funciona a modo de ensayo-error. Pero son esenciales para nuestro desarrollo. Nos ubican. Nos dan un camino. Nos pueden llegar a definir, si además de hacer esas reflexiones, nos basamos en nuestros valores para responderlas (explicado en otro de nuestros post), siendo esto último nuestra principal recomendación.