Son muchas las personas que utilizan estos dos términos indistintamente. Pero lo cierto es que obesidad y sobrepeso no son los mismo. Es principalmente una diferencia de grado. El sobrepeso es cuando la grasa corporal excede un porcentaje calculable para cada persona individualmente, según sus características, y la obesidad sería cuando ese porcentaje de grasa es mayor aún. Por eso decimos que la diferencia es una cuestión de grado, de cantidad.
El principal indicador que más frecuentemente se ha utilizado para establecer esta diferencia es el IMC, es decir, el índice de masa corporal. La fórmula para calcularlo es la siguiente: nuestro peso en kg, lo dividimos por nuestra altura en metros elevada al cuadrado.
«Obesidad y sobrepeso no son los mismo, es principalmente una diferencia de grado»
Veamos un ejemplo. Si María mide 1,65 cm y pesa 57 kg, la formula se aplicaría dividiendo 57 entre 1,65 al cuadrado (esto es 1,65 multiplicado por 1,65= 2,72). Por tanto, 57 entre 2,72 daría un resultado final de 20,95. Ese sería el IMC de María.
Para entender las puntuaciones del IMC y saber distinguir cuando tendríamos sobrepeso y cuando obesidad, necesitaremos los siguientes baremos de clasificación:
Si pensamos que tenemos un problema, la solución será actuar sobre todas las variables que estén provocándolo. Por ejemplo, si llego a tener sobrepeso, no hay únicamente un problema de peso, o de cantidad de grasa, habrá un problema de hábitos alimenticios, lo habrá de hábitos de salud, lo habrá de educación alimenticia, de principios de vida y relación con la comida, de conductas de activación o ejercicio físico, psicológicos o emocionales, etc.
«Si pensamos que tenemos un problema, la solución será actuar sobre todas las variables que estén provocándolo»
Tanto si no queremos llegar a sufrir estos dos problemas (obesidad o sobrepeso), como si tenemos alguno ya y necesitamos salir de ellos, lo más eficaz será ponernos en manos de varios profesionales distintos, y mejorar en cada parcela lo que tengamos como déficits.
