Resulta extraordinariamente habitual que la mayoría de personas hayan pasado en algún momento de su vida por una sensación de que les falta algo, como si algo fallara, pero no saben el qué, de desgana generalizada, en ocasiones sin que haya un problema aparente que dispare esas sensaciones. Puede que tú hayas sentido algo parecido. Incluso puede que hayas ido un poco más allá y hayas descubierto que lo que te ocurre es que en ese momento no le encuentras sentido a la vida.
Esto sucede cuando nos asalta una duda existencial, es decir, cuando te planteas el “para qué” de las cosas. Es un momento duro que puede provocar muchos síntomas anímicos y también relacionados con ansiedad porque generalmente, las respuestas que necesitas encontrar no suelen aparecer a corto plazo, si no con un trabajo de autoanálisis y autoconocimiento durante un tiempo dedicado a eso.
¿Qué es una crisis existencial?
Ese “no le encuentro sentido a la vida” no es más que un pensamiento que refleja lo que llamamos crisis existencial. Respecto a “qué es una crisis existencial”, podemos decir que es una situación vital en que la persona no sabe qué hacer con su vida. No sabe dónde dirigir sus esfuerzos, no sabe qué objetivos plantearse, y si los tiene planteados, no sabe decir por qué merece la pena ese esfuerzo. ¿Te ha ocurrido?
Todo ello provoca una gran angustia existencial. Esto implica una incomodidad enorme ya que sientes que tienes que decidir algo sin saber el qué. Tienes que cambiar algo, pero no sabes para qué. Tienes que hacer algo, pero no sabes por qué. Sientes que donde estás no es el sitio, pero tampoco entiendes cómo descubrir ese lugar al que ir. Es un vacío existencial de síntomas que no te dejarán sentirte a gusto en ningún momento hasta que lo resuelvas.
Crisis existencial: síntomas
Una vez te hemos aclarado desde Alegra Psicólogos Málaga, Puente Genil y Estepa qué es una crisis existencial de forma global, ahora queremos incidir en los síntomas para que te ayuden a identificar este tipo de episodios, o rachas. La duda existencial o la angustia existencial se te muestran con unos síntomas como los siguientes:
- Desorientación y confusión. Tendrás la sensación de que vas sin rumbo en el día a día. De que te es imposible decidir hacia donde diriges tu vida.
- Desconexión emocional. Es cuando notas que estás solo a pesar de estar acompañado. No te sientes en conexión con tu entorno y seres queridos. No percibes las emociones que antes despertaban en ti.
- Sentimientos de angustia existencial. Es la ansiedad desbordante que percibes cuando te haces consciente de que la vida se acaba en algún momento, que sería lógico aprovecharla, pero no sabes cómo, ni en qué basarte para decidirlo, lo que a su vez te lleva a pensar en el futuro con gran incertidumbre.
- Cuestionamiento de valores. Esto tiene que ver con la propia duda existencial, es decir, que dudas de todo lo que guiaba tus pasos hasta ahora, todo tu sistema de valores. Eso te lleva a la conclusión de que podrías necesitar cambiarlos, lo que genera a su vez una gran angustia existencial porque de inicio no sabrás cuales cambiar, por cuales cambiarlos, etc.
- Búsqueda de significado. Llegado a este punto, lo que te moverá será un deseo muy intenso de encontrar respuestas a preguntas transcendentales sobre tu existencia, y sobre el significado de la vida. Notarás que el análisis de todo lo que sucede y sientes, necesita ser más profundo, no valiéndote quedarte en la superficie de las cosas.
¿Cómo superar una crisis existencial?
En este post ya ha quedado claro en los apartados anteriores qué es una crisis existencial y lo que empezamos a sentir a partir de esa primera duda existencial, como por ejemplo la agobiante angustia existencial debido a que has empezado a pensar que no le encuentras sentido a la vida.
Pero lo que aún puede ser más importante que toda esa identificación y evaluación de tu situación personal, es el hecho de que desde Alegra Psicólogos Málaga, Puente Genil y Estepa, podemos ayudarte dándote unos primeros tips con los que empezar a trabajar el problema, y en caso de que no sean suficiente para superarlo, ofreciéndote a profesionales especializados que te enseñen, que te guíen en el camino de vuelta a construir tu exclusivo, único y particular sentido de la vida.
Todo debe comenzar por un autoanálisis de tus experiencias vividas. Enlazándolas con tus ideas hasta el momento sobre cómo funciona el mundo. Desde ahí te puede ser más fácil explorar preguntas y respuestas difíciles que se te están planteando en esa duda existencial. Es clave entender por qué piensas como piensas, y actúas como actúas. Es decir, cómo has llegado a ser y estar donde estás hoy, ya que eso facilitará decidir posteriormente si sigues la misma trayectoria que hasta ahora, si estás de acuerdo con las ideas que te educaron o si quieres continuar haciendo ciertas cosas que te están dando ciertos resultados en tu vida.
Es clave entender cómo has llegado a ser y estar donde estás hoy
Debes abrazar el sufrimiento que todo este proceso va a provocar. Es imposible hacer este camino sin esa angustia emocional que te sobreviene. Pero cuando la entiendes, psicológicamente es mucho más soportable. Eres humano, sufres, eres vulnerable, imperfecto. Es el momento de aceptarlo. Eso te transforma y dejará salir tu parte más auténtica, lo que te ayudará a identificar tu nuevo yo.
No te olvides de establecer nuevas conexiones sociales que te permitan el apoyo adecuado para tratar estas nuevas inquietudes. No se trata de deshacerte de tus antiguos amigos (solo porque en teoría no te entiendan en estas cuestiones), si no de hacer nuevos. Personas con las que sientas esa afinidad en estas nuevas inquietudes, que te puedan acompañar en estos nuevos caminos que se están abriendo con el autoanálisis.
Eres vulnerable e imperfecto. Al aceptarlo te transformas y dejas salir tu parte más auténtica, lo que te ayudará a identificar tu nuevo yo
Y por último y más fundamental, el trabajo de valores. Ello implica que descubras como meta final el propósito o propósitos personales en la vida. Para conseguirlo, será necesario que descubras tus valores, es decir, aquello que tú, de forma individual y única, consideras que es lo más importante de la vida. Lo que tú necesitas que esté de forma habitual en tu día a día, y que si no está, no te sentirías pleno, o satisfecho. Te pongo ejemplos: la familia, la amistad, el conocimiento, el descubrimiento del planeta, el avance laboral, la crianza, el altruismo, el hedonismo.
Son conceptos no materiales con los que entramos en contacto a través de marcarnos unos objetivos y unas acciones para alcanzar los propios objetivos. Esto llena de sentido tu vida porque sientes que todas tus acciones tienen una finalidad. Van dirigidas a conseguir objetivos que a su vez te permiten sentir que están presentes tus valores (recuerda, lo que tú mismo has concluido que es lo más importante para ti que esté presente y lo que te llena y genera satisfacción).
De esta manera, culminarás uno de los procesos más duros a los que se puede enfrentar el ser humano, que desemboca en una metamorfosis preciosa como la del gusano que termina siendo mariposa.