Escribir es una de las herramientas terapéuticas por excelencia; puede ayudarnos a despedirnos de alguien, a descubrir aquello que en realidad queremos o a canalizar y expresar la gratitud que algo nos hace sentir. En Alegra Psicólogos Málaga, Puente Genil y Estepa, nos sentimos absolutamente afortunados cuando uno de nuestros pacientes decide expresar su agradecimiento al trabajo que hemos realizado juntos. En este caso, os presentamos una bonita carta escrita por un joven de 17 años que decidió confiar en nosotros cuando sintió que tocaba fondo:
“José ha sido capaz de empatizar, de escucharme y de entenderme cuando ni yo me he entendido. El trabajo que hemos hecho empezó enfocado en establecer una rutina de mi día a día, para luego aprender a cultivar una autoestima sana y mejorar mis relaciones sociales. Fue como encontrar luz en el túnel de la adolescencia. Creo que tenemos mérito los dos: yo por esforzarme por cambiar y José por ser capaz de motivarme y guiarme por este camino. Aún tengo mucho que aprender, pero pienso que juntos estamos dando grandes pasos en la dirección correcta.
«Tenemos mérito los dos: yo por esforzarme por cambiar y José por ser capaz de motivarme y guiarme por este camino»
El primer día que fui a terapia estaba muy desanimado y perdido. Hablamos sobre aquello que quería conseguir y de cómo conseguirlo. Recuerdo sentir que conectamos, y fue como un chute de motivación: de estar sin ganas de hacer nada a querer cambiarlo todo.
«De estar sin ganas de hacer nada a querer cambiarlo todo»
Se me hace difícil recordar todas las sesiones, pero se que ha sido un progreso muy rápido. Comparo las terapias con uno de esos puntos de guardado de un juego, porque por muy mal que yo estuviese salía con las pilas recargadas y ganas de comerme la siguiente semana.
«Por muy mal que yo estuviese salía con las pilas recargadas y ganas de comerme la siguiente semana»
En terapia he reído, he llorado (después de muchos años sin hacerlo), pero sobre todo he encontrado un camino en el que se ve la luz en el túnel de la adolescencia. Hoy, estoy mil veces mejor que cuando entré el primer día. Tengo muchas ganas de hacer cosas, una actitud y mentalidad completamente diferentes, y cada día avanzo hacia todo aquello que me importa de verdad. Por todo lo que has hecho por lo que nos queda por hacer, gracias José.”
