La empatía resulta un concepto utilizado en la actualidad hasta casi la saciedad. La realidad es que este concepto guarda muchas características en su definición más amplia. Y podríamos decir que su definición varía en amplitud según los diversos autores que la nombran.
Si en Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil tuviésemos que hacer un compendio de características definitorias, diríamos que la empatía hace referencia a una habilidad consistente en ser capaz de ponerse en la mente de la otra persona, viendo lo que ella ve, conociendo lo que ella siente, y analizando como ella analiza, teniendo como base sus ideas, principios y valores, no los nuestros. Alcanzando en dicho caso, una comprensión profunda de su persona.
La realidad es que este concepto guarda muchas
características en su definición más amplia
Muy en contra de lo que puedan pensar muchos, la empatía no es “sentir exactamente en primera persona” lo que la otra persona siente. La verdadera empatía se consigue si mantenemos cierta distancia de la emoción de la otra persona sin que nos afecte, sin que nos sumerjamos en esa emoción.
Conseguiremos algo tan complejo como empatizar cuando consigamos entender lo que la otra persona siente sin tener que vivenciar o sentir esa misma emoción. Simplemente utilizando como herramienta, las ideas, principios, valores o gustos que tiene esa persona, podremos comprender como llega a ciertas conclusiones o realiza determinados comportamientos.
Conseguiremos empatizar cuando consigamos entender lo que la otra persona siente sin tener que sentir esa misma emoción
Será entonces cuando podremos beneficiarnos del verdadero poder de la empatía, ya que no estaremos sumergidos en ninguna emoción que nos esté inundando nuestros sentidos, pero tendremos una idea muy exacta de lo que está pasando por la mente de la otra persona y podremos adaptar mejor nuestros pensamientos, conductas, o emociones para la situación.