Numerosos madres y padres se encuentran hoy en día ante la sensación extraña, de que sus hijos muestran comportamientos adictivos. La diferencia con el pasado, es que no hay una sustancia como causante de esa adicción.
Las redes sociales no dejan de ser programas informáticos, cuidadosamente diseñados. Un producto que se vende, que sus creadores procuran que sea deseable, ya que de ahí obtendrá sus ganancias.
«Allí donde hay un niño con un smartphone, hay un potencial adicto»
Estas aplicaciones son además un producto que podríamos considerar vivo. No se consume hasta que se gasta, si no que cambia, se adapta, es dinámico y se utilizará más o menos en función de si consigue crear una adicción en quien lo usa.
Los seres humanos somos esencialmente sociales y emocionales, por encima de cualquier otra característica. Si lo piensas, estos programas, están pulsando los dos botones más potentes para ser consumidos. Y no contentos con eso, los hacen aún más atractivos para el sector de población que menos desarrollado tiene la capacidad de autocontrol.
«Los seres humanos somos esencialmente sociales y emocionales, por lo que una app que incluya ambas características será puramente adictiva con un mal uso»
Por tanto, la consecuencia es que allí donde haya un niño con Smartphone, hay un adicto a las redes sociales, o uno que potencialmente está en vías de serlo.
Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil quiere dejarte los indicadores que debes observar para que acudas a un profesional en caso de que se den en tus hijos:
- Cambios en el comportamiento: más impacientes, ansiosos e irritables, especialmente cuando no pueden tener acceso al medio adictivo.
- Aislamiento social presencial: Disminución importante de la comunicación. Afectación en las relaciones cercanas.
- Alteración grave de su día a día sólo para entrar en las redes sociales: llevar el móvil al colegio, usarlo cuando no está permitido a pesar del castigo, no terminar tareas en casa, o ni si quiere comenzarlas, pedir siempre tiempo extra ante las órdenes, etc.
- Argumentan siempre una razón que justifica estar metidos: Nunca reconocen el exceso.
- Dejan de lado actividades que antes eran gratificantes para ellos.
- Aumento de la impulsividad.
- Mentiras y engaños para poder hacer uso de las redes.
- Cambios de hábitos en la alimentación y el sueño.
Por todo esto, si estás viendo conductas de este tipo en tus hijos, ponte en contacto con Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil. Desde nuestros centros te ayudaremos a reconocer las situaciones desadaptativas que pueden llevar o están llevando a una adicción y cómo controlarla.