Alegra Psicólogos Málaga, Puente Genil y Estepa trae de nuevo una de esas historias de nuestros clientes que resulta muy bonita al realizarse al final del tratamiento. La carta de hoy resulta especial porque además utiliza una herramienta terapéutica muy interesante en la gestión de emociones como es la Defusión emocional. Dicha herramienta se puede realizar de varias formas, pero básicamente consiste en tomar distancia de nuestras emociones y pensamientos para poder aceptarlos, cambiarlos, observarlos, en general, gestionarlos sin inundarnos por lo que nos provocan.
Escribirte para entenderte, y hacerlo en segunda o tercera persona, es una formula muy utilizada en la defusión. Nuestra paciente la utiliza a las mil maravillas y logra una perspectiva preciosa de todo su proceso terapéutico.
«Defusión emocional consiste en tomar distancia de nuestras emociones y pensamientos para poder aceptarlos, cambiarlos u observarlos»
“Hola A.
Lo primero, es que estoy muy orgullosa de ti. Decidiste dar un paso grande para sentirte mejor y te enfrentaste a muchos miedos, a hablar de ti misma, escribirte para entenderte y ver qué cosas había que descubrir y cambiar.
Has aprendido muchas cosas. Una de las más importantes es el por qué sientes a veces las cosas y aceptar que te importa lo que piensen los demás de ti. Ha sido muy liberador poder aceptar, entender y vivir con ello, tratando de no juzgarte.
«Que eres una persona válida por ti misma, buena por ser quien eres y no tienes que sobreesforzarte para serlo»
Has aprendido a gestionar las distorsiones cognitivas, es decir, esos pensamientos que son como pajaritos que revolotean en tu cabeza a veces, aceptando y reestructurándolos. También a identificar tus emociones, sin tratar de reprimir las que pensabas que eran negativas. A razonar sentimientos de culpabilidad por no hacer algo y darte permiso y espacio para dejarlo pasar y decir “no pasa nada”.
Me has ayudado a establecer relaciones más sanas y a identificar cuando algo no va del todo bien. También a que eres una persona con grandes cualidades, pero que no te hacen falta para ser querida por los demás. Los que te rodean, te quieren y ya está.
«Ha sido muy liberador poder aceptar, entender y vivir con ello, tratando de no juzgarte»
A que no tiene nada de malo necesitar cosas y es importante expresarlo. No tienes que estar siempre dando y sintiéndote mal si recibes. Que los “debería” no se tienen que comer tu vida; que puedes disfrutar de las cosas de ocio sin sentirte culpable. Que eres una persona válida por ti misma, buena por ser quien eres y no tienes que sobreesforzarte para serlo. Mil gracias A., por pararte y cuidar de nosotras. Eres la mejor. Te quiero y siempre lo haré”.