Normalmente, en Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil, nos gusta traerte cada cierto tiempo, el testimonio de algunas personas que han estado en un a situación parecida a la que puedas estar ahora y han conseguido a través de su esfuerzo y la terapia, superar la situación que con la que llegaron a terapia.
En este caso, vamos a enseñarte lo que siente una de nuestras pacientes en pleno proceso terapéutico, porque es importante que veas que las personas que han conseguido su objetivo, han pasado por un proceso difícil, pero a la vez precioso y lleno de descubrimientos personales.
“No debo martirizarme por no ser capaz de alcanzar lo inalcanzable”
Así pues te dejo a continuación la respuesta de nuestra paciente a la pregunta ¿en qué he cambiado desde que inicié el tratamiento?:
“A día de hoy, aún no siento que mi autoestima esté donde deba estar. Sin embargo, pasito a pasito, noto como me estoy acercando a mi objetivo: valorarme.
Lo primero que me hizo reflexionar en este ámbito fue una frase que me dijo Dani. Muchas veces me he comido la cabeza pensando que era una persona egoísta, que a veces no actuaba pensando en los demás tanto como debería. Ante toda esta ráfaga de pensamientos, él me dijo que nadie actuaba todos los días de su vida de manera completamente altruista. Eso me hizo ver que me exigía demasiado, pues busco constantemente la perfección, aunque soy consciente de que esta no existe. Está bien tratar de encontrar una motivación para ser la mejor versión de mí misma y potenciar mis facultades, pero estoy intentando convencerme cada vez más de que no debo martirizarme por no ser capaz de alcanzar lo inalcanzable. Yo soy lo que soy, me puedo proponer metas y puedo proponerme mejorar en ciertos aspectos, pero si no lo consigo, en lugar de quedarme solo con la parte negativa, debo sentirme orgullosa de haberlo intentado.
“Saber diferenciar entre autoestima y pseudoestima ha sido algo clave para poder trabajar la primera”
Vale, pero ¿qué soy? Al principio de este tratamiento mi percepción de mi misma tenía como base los comentarios que procedían del exterior. Saber diferenciar entre autoestima y pseudoestima ha sido algo clave para poder trabajar la primera. El árbol de las cualidades y los logros me ha ayudado bastante con eso, y también a identificar mejor algunas de mis características y a asumirlas un poquito más, aunque aún no me las crea del todo. Ese ejercicio, además, me ha hecho ver de manera más clara que, antes de pensar una imagen de mí que a lo mejor sea falsa, es importante contrastarla con hechos. Así me resultará más fácil creer en lo que soy y conocerme mejor.
Por todo esto, aunque todavía me quede algo de camino por recorrer, estoy contenta viendo mi avance y evolución y confío en que pronto mi autoestima será mucho más alta de lo que alguna vez hubiera imaginado”.
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