Seguramente haya cierto consenso en que emociones como la tristeza, la rabia, la ira, el asco, el miedo, el terror, la envidia, son emociones etiquetadas, consideradas negativas. Efectivamente estas emociones provocan estados de ánimo que nos hacen sentir incómodos, molestos con la emoción. Provocan también conductas, comportamientos que no son agradables como el llanto, la agresión, golpeo de objetos, huida, escape, gritos y un largo etcétera.
Quizás no parece haber otra forma de verlas que como emociones negativas dadas las reacciones comentadas. Sin embargo, una vez más, la clave está en los matices. Esos mismos matices que hacen que la entonación de una frase pueda considerarse una broma graciosa o un insulto claramente ofensivo.
¿Realmente hay
emociones positivas y negativas?
En Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil mostramos como las emociones están siempre precedidas de un pensamiento que las provoca. En ese sentido, las emociones negativas llevan asociado un pensamiento que dependiendo de los matices que lo formen, es decir, dependiendo de cómo esté formulado, palabra por palabra en nuestra cabeza, puede hacer que esa emoción adquiera una mayor o menor intensidad. Si conseguimos pensamientos sanos, proporcionados, enfocados a la comprensión de la emoción y posteriormente a la solución de la situación, nuestra emoción resultante ya no será tan categorizable como negativa, será mas bien desagradable y pasajera.
Las emociones nos alertan sobre
nuestros propios pensamientos.
No cabe duda de que ante determinadas situaciones estaré triste, decepcionado, enfadado o frustrado. Pero en una intensidad normal, estas emociones no hacen sino enseñarnos lecciones, mostrarnos que algo no nos conviene, justificar determinados valores, hacernos mas resistentes a la frustración, y en última instancia nos hacen crecer como difícilmente lo harían las emociones negativas.
Lo que nos devuelve al título del post, son las comentadas emociones ¿Emociones negativas o emociones desagradables?