“Mamá, es que el profesor me tiene manía”, “Juan hizo lo mismo y no le dijo nada”, “Me ha puntuado superbajo porque no le caigo bien”,… Si eres padre, seguramente te suenen algunas de estas frases o coletillas que son propias de los niños. Cuando nuestros hijos entran en primaria comienzan las quejas de algunos de los alumnos, las tutorías lunes sí y lunes también, las dudas sobre si hemos acertado con el colegio, los estupendísimos (con ironía) grupos del Whatsapp de las mamás de los niños de la clase, y desde Alegra Psicólogos Málaga y Puente Genil, lo que nos parece más peligroso, el posicionamiento centralizado del niño entre el profesor y sus padres, en el cual, estos últimos defienden al niño a capa y espada contra las decisiones y formas de trabajar del profesorado.
Es muy peligroso defender lo que dice nuestro hijo
en contra del profesor sin tener pruebas de nada
Creo que debemos partir de una casuística que hace tiempo estaba muy aceptada y que, ahora, parece que se ha dado la vuelta: el fin del profesorado es hacer que nuestros hijos aprendan, que vayan creciendo como personas cultivadas, y puedan labrarse un futuro. A día de hoy, parece que es al revés, que la mayoría de profesores son como el de este vídeo:
¿De verdad pensamos que es así? ¿Qué esto es lo que ocurre en las aulas de nuestros colegios? ¿No podría ser que si escuchamos algunas de las frases al comienzo comentadas, nuestro hijo esté intentando ocultar algún comportamiento erróneo con respecto al cuál puede llevarse una regañuza? ¿O es que hemos entrado en su dinámica desde el principio y ahora toma esas excusas por costumbre? Desde nuestro centro os damos un consejo para este tema: escuchad a vuestros hijos, siempre es de vital importancia, pero ante estas situaciones, dudad, y preguntad al profesor, seguramente os sirva de ayuda para poner fin a la situación, tenga o no tenga razón el niño.