Complejos físicos y malestar psicológico

La forma en la que nos vemos y la importancia que decidimos darle a nuestros “defectos” es sin duda una gran fuente de inseguridad para muchísimas personas. Puede que sea el tamaño o la forma de tu barriga, brazos, pechos, nariz, o cualquier otra parte del cuerpo la que te lleva al pensamiento “Esto está mal, yo debería ser de otra forma” y al malestar que le acompaña. Por desgracia, al no tener las herramientas adecuadas para gestionar esto, como otras muchas personas, puede que pases el resto de tu vida en plena batalla contra esa parte de ti misma que señalan unos complejos físicos, así como tratando de evitar que los demás se fijen mucho en ello.

¿Cuándo un complejo físico se convierte en un problema?

Lo primero que tienes que entender es el papel que juega aquí la aprobación social. Todos tenemos la necesidad (en menor o mayor medida) de ser aceptados por los demás, y nuestro aspecto a veces, según el contexto, puede representar una parte de esa aceptación o rechazo.

Lo segundo que has de entender es que en toda cultura existe un “canon de belleza”. Esos cuerpos perfectos que vemos en la televisión o instagram suelen representarlos con bastante acierto. Podríamos definirlo como “el aspecto físico que casi todos consideramos ideal”.

Cuanta mayor aprobación social necesites y cuanto más aspires al canon de belleza, más vas a sufrir la diferencia que existe entre tu cuerpo y ese que imaginas e idealizas, aumentando por tanto tus complejos físicos. Un complejo se convertirá en un problema cuando este malestar te impida hacer ciertas cosas en tu vida (quitarte la camiseta en la playa, vestir una falda, tener que maquillarte durante horas, seguir dietas peligrosas, etc).

¿Cómo vencer un complejo físico?

Lo primero que tienes que hacer es tomar conciencia de que el problema no está en esa parte de tu cuerpo con la que tienes complejos físicos, sino en el pensamiento que la señala y asegura que es horrible y debería ser de otra forma. Una vez que has tomado conciencia de que el malestar proviene de ese pensamiento (y no de mi físico) es hora de aprender a mirar de otra forma:

  • No se trata de mentirte y decirte que tu cuerpo es perfecto, basta con aceptarlo.
  • Debes intentar pasar de “Odio mi cuerpo y detesto esta parte en concreto” a Me gustan algunas cosas de mi cuerpo y otras menos, pero las acepto todas”.
  • No mires tu cuerpo evaluándolo. No tiene que pasar ningún examen para que lo quieras tal y como es (Incluso aunque aparentemente no te guste).
  • Las zonas de tu cuerpo que no son como el canon, no han hecho nada malo, no molestan ni dañan a nadie, no son peores que las de nadie. Simplemente son como son, ni buenas ni malas.
  • Eres infinitamente más que esas zonas con las que no estás a gusto en tu cuerpo. Ni tu ni nadie te valora por esas zonas, si no por todo lo que eres.
  • Tu genética es única, así que no tiene sentido querer ser como otra persona.

Este cambio de mirada puede a veces ser la diferencia entre vivir peleando o en paz.

¿Qué pasa entonces con las operaciones o pérdidas de peso?

Todo ser humano es libre de decidir si quiere cambiar algo de su aspecto, y no siempre tiene por qué haber complejos físicos no resueltos. Aceptarse no significa dejar de trabajar en diferentes versiones de ti mism@, y un buen diálogo interno puede ir muy de la mano con cualquier objetivo estético (siempre y cuando no ponga en riesgo tu salud).

Es importante que entiendas que la diferencia está en si sientes la necesidad de cambiar algo de ti, o si sencillamente tienes esa preferencia. Lo primero te obliga y causa malestar si no cumples. Lo segundo es una decisión que puedes tomar valorando lo que va a costar, si hay salud en tu objetivo, si es algo temporal, si tu contexto acompaña para trabajar en ello en éste momento y otras muchas variables. En definitiva, lo haces desde la libertad y no porque sientas que “hay algo horrible que arreglar”.

En muchas ocasiones, la terapia es el lugar perfecto en el que entender esto a la perfección y encontrar el método más idóneo y personalizado para trabajarlo. En Alegra Psicólogos Málaga, Puente Genil y Estepa buscamos que nuestros pacientes logren sentirse bien consigo mismos, y por ello somos expertos en este tipo de trabajo y estaremos encantados de ayudarte si te interesa.

Recuerda: no se trata de creerte perfecto, es más bien que deje de importarte no serlo.

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