Caso de éxito: Reordenando prioridades

Desde Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil nos gusta de hablar del autoconcepto y de nuestras propias prioridades en la vida. Un aspecto que se puede mejorar en consulta. Sin embargo, cuando la población piensa en terapia psicológica lo hace convencida de que debe asistir cuando sufre un gran problema. Quizás tú lo veas igual. Quizás entiendes que si hay una depresión o constantes ataques de ansiedad, es lógico pedir cita, pero no cuando sólo exista malestar o incluso sin que éste esté presente.

El caso que presentamos hoy es de esos que nos hace pensar que algo está cambiando en nuestra sociedad porque las personas empiezan a ver la psicología sanitaria como una herramienta para mejorar y, no sólo, como un método para curar cuando ya se haya hecho la herida. Esperamos que os enriquezca:

“Me llamo F, y esta redacción va sobre mi tiempo en terapia. Mi vida, como la de cualquiera, ha tenido momentos mejores y momentos peores. Cuando comencé la terapia, no pasaba por una mala racha, pero no estaba a gusto con mi día a día. Sé por mis amigos que desde fuera, todo parecía ir bien, no existiendo motivos para preocuparse. Familia, trabajo, deporte, amigos, ocupaban mi tiempo de la forma que tocaba.

«No fui a terapia porque estuviese muy herido, fui para reordenar mis prioridades»

Mi realidad interna, sin embargo, no estaba en paz. No veía que tuviese un gran problema como he escuchado a la gente a veces describir, o a alguno de mis amigos cuando han pasado por algo chungo. Simplemente, no estaba seguro de si iba por el camino correcto. Si habría una mejor forma de hacer las cosas que hacía. Puede que hubiese cosas mejores que hacer. Notaba que no siempre me daba tiempo a llegar a mis objetivos, que en ocasiones no veía a mis amigos porque me liaba en el trabajo. Pasaba tiempo con mi familia pero notaba que era en plan robot, porque tocaba, sin llegar a conectar.

Definitivamente un día me pregunté ¿habrá una mejor forma de vivir? Ese día es cuando decidí pedir cita para comenzar mi terapia. Sin duda, no me arrepiento para nada porque durante el tratamiento, Dani me enseño a detectar lo que no estaba bien en mi día a día (lo que no dejaba sentir paz), aunque yo no era consciente. Me enseñó herramientas de organización, herramientas para gestionar mis emociones, me enseñó a descubrir mis valores para vivir conforme a ellos, en lugar de vivir según el típico modelo de la sociedad.

«Algo está cambiando si las personas empiezan a ver la psicología como herramienta para mejorar y no sólo para curar cuando ya se ha hecho la herida»

Con él puedo decir que inicié un proceso de crecimiento personal, aprendiendo a hacerme mejores preguntas con las que alcanzar mejores respuestas. Conseguí construir un camino propio reordenando mis prioridades, entendiéndome mejor, dirigiéndome hacía esa mejor versión de mi, que ahora, mirando hacia atrás, supongo que algo me decía que estaba ahí, pero no estaba haciendo lo necesario para ir a por ella.

A diferencia de mucha gente, no fui a terapia porque estuviese muy herido, fui para reordenar mis prioridades, mis ideas, para conocerme mejor, para buscar un mejor presente y sobre todo un mejor futuro. Qué suerte haber pensado en dar ese paso”

 

Artículos recientes:

Más Artículos en nuestro Blog:

En qué podemos ayudarte:

Contacta con Alegra:

    Abrir chat
    💬 ¿Necesitas ayuda?
    Hola 👋
    ¿En qué podemos ayudarte?