Caso de éxito: Mi viaje de redescubrimiento

En ocasiones nos puede parecer que todo va bien, pero aun así no nos sentimos como nos gustaría, no disfrutamos o no le encontramos el sentido a ciertas cosas. En Alegra psicólogos Málaga hemos ayudado a muchas personas que se encontraban en esta situación, por ello aquí te queremos dejar el testimonio de una de ellas:

“Siempre pensé que mi vida estaba «bien». Tenía trabajo, amigos, una familia que me apoyaba y una rutina que cumplía sin grandes sobresaltos. Sin embargo, por dentro, sentía un vacío constante. Me preguntaba, ¿para qué todo esto? La vida parecía una sucesión de días, pero sin un propósito claro. Así que, después de mucho resistirme, decidí comenzar terapia. No estaba seguro de lo que estaba buscando, pero algo me decía que necesitaba hacer algo diferente.

Al principio, la experiencia fue desconcertante. Hablar de mí mismo, explorar mis pensamientos y emociones me hizo sentir vulnerable. Pero con el tiempo, empecé a darme cuenta de algo profundo: llevaba años viviendo de manera automática. Todo parecía funcionar bien en la superficie, pero había algo en mí que no encajaba. No me había cuestionado qué quería realmente ni qué me hacía sentir pleno.

«La vida parecía una sucesión de días, pero sin un propósito claro»

El momento clave en mi viaje de redescubrimiento llegó cuando mi psicóloga me preguntó: «¿Qué sentido tiene la vida para ti?» No supe qué responder. Nunca me había planteado esa pregunta. Siempre había vivido según las expectativas de los demás, sin detenerme a pensar en lo que yo deseaba. Fue un choque, pero también una revelación. Comencé a darme cuenta de que había estado construyendo mi vida basándome en lo que «debería» ser, no en lo que realmente me hacía sentir bien o quería.

La terapia no fue fácil. Durante las sesiones, me enfrenté a miedos y traumas que había guardado, a decisiones que había tomado sin cuestionarlas y a emociones que había silenciado. Empecé a entender que no tenía que encontrar un propósito grandioso para mi vida. El sentido de la vida no está en cumplir con expectativas ajenas, sino en vivir de manera auténtica, en disfrutar de las pequeñas cosas, en conectar conmigo misma y con los demás.

«El sentido de la vida no está en cumplir con expectativas ajenas»

Comencé a explorar pasiones olvidadas, como la pintura y la escritura, y a aprender a disfrutar de los momentos simples (un paseo por el parque, una tarde de lectura, una charla con amigos…)

Aprendí a aceptar que no siempre tengo que tenerlo todo resuelto. Me di cuenta de que la felicidad no es un estado permanente, sino un flujo de momentos importantes que nacen de la aceptación y el valor que se le dé.

Lo importante es estar abierto a lo que venga, a explorar sin miedo a lo incierto, porque en ese proceso mismo, en la búsqueda, es donde realmente encontramos el sentido.

«Me di cuenta de que la felicidad no es un estado permanente»

Este viaje de redescubrimiento me ha enseñado a ser más compasivo conmigo mismo, a aceptar mis vulnerabilidades y a disfrutar de cada momento tal como es. Al final, el sentido de la vida no es algo que se encuentra, sino algo que se vive«.

Artículos recientes:

En qué podemos ayudarte:

Contacta con Alegra:

    Más Artículos en nuestro Blog:

    Abrir chat
    💬 ¿Necesitas ayuda?
    Hola 👋
    ¿En qué podemos ayudarte?