La ansiedad es uno de los principales problemas que nos llegan a Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil. El caso de hoy, muestra su éxito hablándole abiertamente a su ansiedad, para despedirse de ella e su versión más dañina. Ojalá lo disfrutes tanto como nosotros al leer esta carta de despedida:
“Hola. ¿Qué tal estás ansiedad?, espero que decaída, porque yo estoy bien. Como sabrás hace algún tiempo no me encontraba bien del todo, pues apareciste y si bien no estabas de forma continuada, las sensaciones que me provocabas no me gustaban nada en absoluto.
He aprendido a convivir de tal forma que ya no me generes malestar o por lo menos no tanto como antes, he aprendido a que no puedas activarme de la manera en la que me activabas y que no me afectes de la manera en la que me afectabas.
Para eso quiero que sepas que aprendí a estar más atento al presente y al día a día, dejando de lado en la medida de lo posible los pensamientos que me provocabas, he aprendido a saber quitarte importancia en base a respirar y ser consciente de dónde estoy y qué estoy haciendo.
“He aprendido a convivir de tal forma que ya no me generes malestar”
He aprendido a saber que, con unos planes de futuro trazados y planificados, aunque no sean llevados a rajatabla y aunque cometa altibajos en los mismos, me ayuda a estar centrado y a no divagar ni meterme en cuestiones que no son sanas para acallarte.
Me generabas mucha confusión mental y pensamientos que no me gustaban, algo que a día de hoy sé que no eran tan malos tenerlos, pues me llevó a buscar ayuda y que a día de hoy sé tener presentes y darme cuenta que hay que puedo modificarlos, que no me reportan nada bueno a mi vida y que puedo anularlos entendiendo la otra parte de esos pensamientos.
Sé detectar, con mejor calidad, cuándo asomas y cuándo te vas, al igual que sé cuándo asomas y te vas a quedar un tiempo y que la mejor solución es darte la bienvenida e intentar dialogar contigo con todo lo anterior ya mencionado.
“Aprendí a estar más atento al presente y al día a día”
Sé que el deporte realizado de forma más consciente, dejando los pensamientos negativos a un lado, me ayuda a que desaparezcas.
Antes de todo esto dejé de beber por miedo, pero ahora cuando bebo algo es siendo consciente y sin pasarme, lo que hace que no esté embotado y que tú no te escondas y des la cara para enfrentarte.
Intento buscar y hacer cosas que me gustan en la medida de lo posible para así disfrutar mejor de la vida, momentos muy entretenidos que evitan que asomes.
No sé si en algún momento tendrás que decirme algo y si ese algo será fuerte o grave pero al menos sé en que tengo que fijarme y que si me encuentro muy mal siempre es bueno pedir ayuda en mi entorno y hablar las cosas.
BYE, BYE ansiedad”.