Como siempre, desde Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil, os queremos acercar aquellas cuestiones con las que nos encontramos en la realidad práctica. La trampa del reforzamiento negativo es una circunstancia en cualquier casa en la que hay niños. Estamos habituados a ver todo tipo de comportamientos infantiles como padres, pero no siempre nos damos cuenta de cómo se forman algunos, y sobre todo, de cómo se mantienen.
Describiendo el que nos interesa hoy, vamos a ver si os sentís identificados con el suceso en cuestión: pasáis con vuestro hijo por delante de un kiosco con chuches y empieza a pediros chupa-chups, chicles, etc, normal. Cuando le decís que no, comienza a enfadarse y pedir más insistentemente las chucherías. Le volvéis a decir que no. A continuación, se tira al suelo, o empieza a llorar, da patadas a lo que le pilla, se le pone la cara muy roja y mira a su madre o padre como si le estuviese matando. Es entonces cuando en muchas ocasiones, por vergüenza, por lastima, por cansancio, por molestia, vamos al quiosquero y le pedimos un surtido de lo que el niño pedía desde un principio.
La trampa del reforzamiento
negativo es una circunstancia en cualquier
casa en la que hay niños
Cuando sucede lo descrito anteriormente, estamos enseñando al niño un tipo de aprendizaje que se llama reforzamiento negativo. Reforzamos el comportamiento de la rabieta comprándole las chucherías. Y la doctrina que se le queda al niño es que tras la rabieta, aunque se le diga en primera instancia que no, va a terminar obteniendo lo que quiere.
Dicha circunstancia puede ser aplicada a otros muchos ámbitos. Comidas, juegos, o simplemente por qué calle se decide ir andando. Debemos ser firmes como padres cuando tomemos una decisión. Si decimos que sí, o si decimos que no, esa decisión se tiene que mantener hasta que acabe la situación.
Lo que le queda al niño es que tras la rabieta,
aunque se le diga en primera instancia que no,
va a terminar obteniendo lo que quiere
Con unas normas firmes, y unos límites claros, la educación y el comportamiento de nuestros niños será justo el que más deseamos.