Pues sí, todas hemos sido alguna vez una «psicóloga novata». Aunque para comenzar, me gustaría aclarar: ¿Qué son las emociones?
Para comprender mejor esta definición diré que las emociones, son reacciones que todo el mundo experimentamos de forma innata; tristeza, alegría, miedo, ira,… que nos proporcionan información de nosotros mismos y de nuestro entorno.
Sinceramente, la primera emoción que sentí
al comienzo de este último curso de Grado fue miedo.
No me sentía capaz de enfrentarme a mi primer paciente. Creía que los conocimientos que he ido adquiriendo a lo largo del grado eran insuficientes a la hora de aplicarlo en el mundo laboral. Sabemos que aún nos queda mucho que aprender y lo cierto es que cada día te sorprendes con algo diferente, pues cada caso es una caja de sorpresas. He aprendido que la manera de llegar a ser «expertos» en la Psicología Clínica es aprender de ellos día a día.
Poco a poco, este miedo se
fue convirtiendo en ilusión.
Esta ilusión comenzó cuando empecé a realizar las prácticas en Alegra Psicólogos Málaga y Puente Genil. En este centro se me ha dado la oportunidad de muchas cosas pero para mí una de las más importantes es la experiencia profesional que me llevo.
El tener ilusión hizo que mi primer contacto con el paciente fuera especial, bajo tutorización, me sentía con capacidad de poder ayudar a otras personas que necesitaban mi ayuda. Una vez que lo hice sentí una gran satisfacción porque fui capaz de cumplir mis expectativas. Además descubrí tener habilidades que no pensaba tenerlas a la hora de establecer la relación terapéutica, ya que estas habilidades no son aprendidas en la facultad.
Combinar el gran bagaje teórico con la oportunidad de aplicarlo y comprobar el éxito terapéutico ha sido con diferencia lo mejor.
Quiero dedicar este artículo a todos los estudiantes que van a ejercer como terapeutas por primera vez, que van a ser un gran «psicólogo novato», que lo principal que tenemos que tener es ganas de ayudar a los demás y sobre todo tener confianza en nosotros mismos.