La necesidad de sentirnos bien con nosotros mismos resulta una de las más complejas de alcanzar y conseguir. En Alegra psicólogos Málaga, vemos de forma muy habitual como los clientes nos llegan con un determinado problema. Pero detrás de ese problema principal, hay uno secundario que se muestra con frecuencia: Autoestima.
Normalmente la gente llama autoestima indistintamente a la pseudoestima y a la propia autoestima, cuando son conceptos relacionados pero diferentes. La pseudoestima es aquella valoración personal que está en función de lo que los demás piensan de nosotros. En un ejemplo, yo diría que soy gracioso porque los demás me dicen habitualmente que se ríen mucho conmigo. Soy guapa porque hay muchos chicos que me dicen halagos sobre mi aspecto. Esto realmente es pseudoestima.
«Adiós pseudoestima, hola autoestima»
La autoestima solo depende de mi valoración personal. Si yo pienso que soy un gran amigo, es porque lo siento así cuando presto mi ayuda, cuando soy atento con los demás, y por otros tantos motivos que me hacen sentir esa cualidad como propia. No hace falta que nadie me lo confirme. Esa es la verdadera autoestima. La que se nutre de mis sentimientos, de mis acciones, de mis vivencias, y que por supuesto, solo depende de mi visión interior.
En la medida que consigamos desarrollar ésta segunda, dejando la primera como algo carente de importancia, estaremos más cerca de poder decir “adiós pseudoestima, hola autoestima”.