El móvil, ese gran avance de la ciencia y de la sociedad, pero a la vez…una gran lacra, ya que no sabemos utilizarlo. Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil os deja algunas recomendaciones.
El móvil…gran ayuda para la sociedad y, a la vez, una gran lacra. Bendita orden de padres…”¡suelta el móvil!”. Nuestros hijos han llegado a tal punto, que hay que decirles que salgan a la calle, que jueguen, que se caigan, que disfruten,… han perdido la visión de ese tipo de diversión. Nada más cerca, y más lejos de la realidad. En Alegra psicólogos Málaga y Puente Genil es una de las quejas mas frecuentes que traen los padres a consulta.
La explicación se fundamenta en que es bien cierto que nuestros adolescentes tienen un serio problema con la utilización de sus smartphones. A esa edad, el control de impulsos no es precisamente su fuerte. Sin embargo no son, ni mucho menos, el único segmento de edad afectado por la “sobreutilización” de los móviles. Los estudios están revelando como las discusiones entre parejas, a causa de los móviles se producen a muy diferentes edades. Muestran como en la tercera edad, aquellos que aprenden a utilizarlos, pasan una enorme cantidad de su tiempo utilizando aplicaciones con “Whatsapp”, evadiendo la soledad que en ocasiones se da en éste período vital.
«Nuestros adolescentes tienen un serio problema
con la utilización de sus smartphones»
Por tanto, la expresión “suelta el móvil y vive la vida”, no se circunscribe únicamente a nuestros menores. Así pues, las recomendaciones que ofreceremos a continuación, no son de aplicación exclusiva para los adolescentes, sino para todos aquellos que ven como entre contestaciones a amigos, cuestiones laborales y grupos de Whatsapp, terminan dedicando horas al móvil cada día de su vida.
“La expresión “suelta el móvil y vive la vida”,
no se circunscribe únicamente a nuestros menores”
Pautas que pueden ayudarnos a estar más seguros de que utilizamos los móviles correctamente son las siguientes:
– Alejar el móvil en las comidas. Dejarlo silenciado y fuera de nuestro alcance. Ya sea la comida en cuestión, en casa o en la calle.
– Quitar los datos para que solo nos puedan llamar cuando estemos en cualquier reunión.
– Hacer lo mismo que en el paso anterior mientras trabajamos.
– En niños, limitar las horas de forma muy concreta. Por ejemplo, posibilidad de utilizar el móvil desde que se terminan los deberes hasta la hora de cenar. Después de cenar otra media hora, y desde ahí hasta acostarse, el padre o madre se hace cargo del móvil.